Just thought of Faurix story recently and decided to make a drawing of it.
Basically it's Argon who rescues him from an evil merchant.
I wrote a little story about it but it's in Spanish, for now.
Era un día normal haciendo compras en el mercado local. Argon tenía que recoger materiales para trabajar en el taller, pero algo que no había notado aún llamó su atención esa mañana.
De entre todas las piezas que acostumbra adquirir, observó que alguien vendía piezas diferentes, en todo sentido. Piezas que no eran fabricadas con un molde, ni eran saqueadas de las ruinas. Piezas que eran fabricadas a mano, trabajando el metal como si se tratase de arcilla. Tenían marcas finas como de agujas y formas irregulares pero los detalles importantes estaban muy bien definidos. Entre estas piezas habían también esculturas metálicas pequeñas. Figuras para juegos de mesa y simples piezas de colección, pero todas fabricadas a mano con la misma dedicación.
Argon preguntó al vendedor, asumiendo que este era el creador de las figuras, si estaría dispuesto a trabajar para él pero el vendedor rechazó la oferta añadiendo que él sólo vendía las piezas, el fabricante era alguien más cuya identidad no podía revelar. Argon insistió, ya que un talento como ese no se ve todos los días y le dijo que pusiera un precio pues el dinero no sería un problema, o al menos para Argon este tipo de hallazgos son invaluables. Bien lo sabe un mercenario caza-talentos.
El vendedor lo pensó por un momento y le propuso a Argon mostrarle al artista por una suma considerable de dinero pero no le dejaría llevárselo. Argon aceptó pensando qué hacer más adelante para hacerse con este talento.
El vendedor lo llevó a la parte de atrás de la tienda, junto a un almacén muy sucio, en un área todavía más sucia. Un pequeño basurero que el vendedor y sus socios utilizan para guardar mercancía rota o sucia, que acumulaba polvo, hongos e insectos.
Ahí, el vendedor señala a una criatura roja, similar a un velociraptor, con plumas naranjas que terminaban en un degradado amarillo y garras largas y afiladas, trabajando con una pieza de metal para darle la forma de un roble con detalle de hojas. El vendedor le explica a Argon que se trata de un "cocoraptor", una criatura con la capacidad única de deformar el metal con sus garras. Una especie que solía verse con frecuencia hace más de 20 años hasta que de pronto dejaron de aparecerse, dejando en alta demanda al mercado de piezas metálicas a la medida. El vendedor le sugiere a Argon buscarse a uno si desea conseguir lo mismo y le susurra que no son precisamente criaturas difíciles de convencer o engañar.
Esta última frase detona en Argon severas emociones diferentes, donde predomina la ira. No sería la primera vez que se ensucia las manos para resolver una injusticia, ni la última. La zarigüeya señala al vendedor por el trato que le está dando al cocoraptor, lo que llama la atención de este último, haciéndolo mirar con curiosidad y extrañez hacia ambos, interrumpiendo su trabajo. El vendedor le dice que a Argon que no se meta en lo que no entiende y voltea hacia el cocoraptor para decirle que no se distraiga y continúe con su trabajo.
Argon toma al vendedor de la ropa y lo empuja hacia una pila de mercancía, haciéndolo caer al suelo, para después tomar rápidamente al cocoraptor en sus brazos y salir por donde llegó, hacia la calle. El pequeño artista permanece en todo momento complaciente, limitándose a observar y dejarse llevar sin entender del todo lo que ocurría.
Al salir del edificio del comerciante, Argon es seguido por el mismo vendedor que ahora traía una daga en la mano. Este ahora lo amenaza, diciendo que si da un paso más lo va a lamentar y que los otros comerciantes se enterarían de esto para darle caza.
Argon no duda en tratar de defenderse, sacando rápidamente una pistola de su cinturón, apuntando directamente hacia el vendedor quien se detiene con su daga en mano sin saber exactamente qué hacer. En ese momento Argon reclama al cocoraptor como miembro de los Protectores de Xisto, una organización muy importante y conocida con quien ningún estafador de quinta desea meterse. El vendedor da un paso hacia atrás al escuchar a Argon mencionar a los Protectores por lo que simplemente se resigna a dejarlos ir y regresar a lo suyo sin hacer nada más.
De regreso al taller Argon sólo ve en el cocoraptor una mirada de profunda confusión sobre lo que acaba de pasar pero al mismo tiempo puede notar una ligera mirada de alivio, pues este sabe que la zarigüeya no de es la misma calidad de persona que aquel vendedor. El cocoraptor se presenta como Faurix y le dice que dejó su casa para ser independiente e intentar vivir solo pero que no tuvo mucha suerte para conseguir un trabajo hasta que aquel vendedor lo recogió. Argon le dice que ahí en el taller no tendrá que dormir de nuevo entre basura y que no necesitará lidiar con estafadores de nuevo, pero que necesitará un poco de su ayuda con algunas cosas más tarde. Faurix no tiene en problema para aceptar la oferta de Argon, después de todo le ha dado el trato más amable y la casa más cómoda que ha tenido hasta ahora.
Unos minutos después, Beryll llega al taller (que además cuenta con las comodidades de una casa promedio) y se sorprende al ver que Argon está acomodando algunos muebles para crearle una cama temporal para Faurix. Más adelante arreglarían una habitación para él.
Argon se dirige ahora hacia Beryll para decirle que le comunique a Yan que acepta su oferta para unirse a los Protectores de Xisto formalmente, pues ahora tiene a alguien que necesita urgentemente de su protección.
Basically it's Argon who rescues him from an evil merchant.
I wrote a little story about it but it's in Spanish, for now.
Era un día normal haciendo compras en el mercado local. Argon tenía que recoger materiales para trabajar en el taller, pero algo que no había notado aún llamó su atención esa mañana.
De entre todas las piezas que acostumbra adquirir, observó que alguien vendía piezas diferentes, en todo sentido. Piezas que no eran fabricadas con un molde, ni eran saqueadas de las ruinas. Piezas que eran fabricadas a mano, trabajando el metal como si se tratase de arcilla. Tenían marcas finas como de agujas y formas irregulares pero los detalles importantes estaban muy bien definidos. Entre estas piezas habían también esculturas metálicas pequeñas. Figuras para juegos de mesa y simples piezas de colección, pero todas fabricadas a mano con la misma dedicación.
Argon preguntó al vendedor, asumiendo que este era el creador de las figuras, si estaría dispuesto a trabajar para él pero el vendedor rechazó la oferta añadiendo que él sólo vendía las piezas, el fabricante era alguien más cuya identidad no podía revelar. Argon insistió, ya que un talento como ese no se ve todos los días y le dijo que pusiera un precio pues el dinero no sería un problema, o al menos para Argon este tipo de hallazgos son invaluables. Bien lo sabe un mercenario caza-talentos.
El vendedor lo pensó por un momento y le propuso a Argon mostrarle al artista por una suma considerable de dinero pero no le dejaría llevárselo. Argon aceptó pensando qué hacer más adelante para hacerse con este talento.
El vendedor lo llevó a la parte de atrás de la tienda, junto a un almacén muy sucio, en un área todavía más sucia. Un pequeño basurero que el vendedor y sus socios utilizan para guardar mercancía rota o sucia, que acumulaba polvo, hongos e insectos.
Ahí, el vendedor señala a una criatura roja, similar a un velociraptor, con plumas naranjas que terminaban en un degradado amarillo y garras largas y afiladas, trabajando con una pieza de metal para darle la forma de un roble con detalle de hojas. El vendedor le explica a Argon que se trata de un "cocoraptor", una criatura con la capacidad única de deformar el metal con sus garras. Una especie que solía verse con frecuencia hace más de 20 años hasta que de pronto dejaron de aparecerse, dejando en alta demanda al mercado de piezas metálicas a la medida. El vendedor le sugiere a Argon buscarse a uno si desea conseguir lo mismo y le susurra que no son precisamente criaturas difíciles de convencer o engañar.
Esta última frase detona en Argon severas emociones diferentes, donde predomina la ira. No sería la primera vez que se ensucia las manos para resolver una injusticia, ni la última. La zarigüeya señala al vendedor por el trato que le está dando al cocoraptor, lo que llama la atención de este último, haciéndolo mirar con curiosidad y extrañez hacia ambos, interrumpiendo su trabajo. El vendedor le dice que a Argon que no se meta en lo que no entiende y voltea hacia el cocoraptor para decirle que no se distraiga y continúe con su trabajo.
Argon toma al vendedor de la ropa y lo empuja hacia una pila de mercancía, haciéndolo caer al suelo, para después tomar rápidamente al cocoraptor en sus brazos y salir por donde llegó, hacia la calle. El pequeño artista permanece en todo momento complaciente, limitándose a observar y dejarse llevar sin entender del todo lo que ocurría.
Al salir del edificio del comerciante, Argon es seguido por el mismo vendedor que ahora traía una daga en la mano. Este ahora lo amenaza, diciendo que si da un paso más lo va a lamentar y que los otros comerciantes se enterarían de esto para darle caza.
Argon no duda en tratar de defenderse, sacando rápidamente una pistola de su cinturón, apuntando directamente hacia el vendedor quien se detiene con su daga en mano sin saber exactamente qué hacer. En ese momento Argon reclama al cocoraptor como miembro de los Protectores de Xisto, una organización muy importante y conocida con quien ningún estafador de quinta desea meterse. El vendedor da un paso hacia atrás al escuchar a Argon mencionar a los Protectores por lo que simplemente se resigna a dejarlos ir y regresar a lo suyo sin hacer nada más.
De regreso al taller Argon sólo ve en el cocoraptor una mirada de profunda confusión sobre lo que acaba de pasar pero al mismo tiempo puede notar una ligera mirada de alivio, pues este sabe que la zarigüeya no de es la misma calidad de persona que aquel vendedor. El cocoraptor se presenta como Faurix y le dice que dejó su casa para ser independiente e intentar vivir solo pero que no tuvo mucha suerte para conseguir un trabajo hasta que aquel vendedor lo recogió. Argon le dice que ahí en el taller no tendrá que dormir de nuevo entre basura y que no necesitará lidiar con estafadores de nuevo, pero que necesitará un poco de su ayuda con algunas cosas más tarde. Faurix no tiene en problema para aceptar la oferta de Argon, después de todo le ha dado el trato más amable y la casa más cómoda que ha tenido hasta ahora.
Unos minutos después, Beryll llega al taller (que además cuenta con las comodidades de una casa promedio) y se sorprende al ver que Argon está acomodando algunos muebles para crearle una cama temporal para Faurix. Más adelante arreglarían una habitación para él.
Argon se dirige ahora hacia Beryll para decirle que le comunique a Yan que acepta su oferta para unirse a los Protectores de Xisto formalmente, pues ahora tiene a alguien que necesita urgentemente de su protección.
Category Artwork (Traditional) / Portraits
Species Opossum
Gender Male
Size 1652 x 2231px
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